Internet es usado por millones de personas en el mundo, especialmente por los adolescentes, dónde el uso que hacen de esta herramienta es totalmente diferente al que hacen otras personas.
Mediante el uso de la red se benefician de las múltiples ventajas que ésta ofrece: inmediatez, búsqueda de información, vídeos, juegos, comunicación con su red social, etc.
Pero también existen una serie de riesgos, de la que en muchos casos los adolescentes no son conscientes: es el caso del ciberacoso.
Podemos definir ciberacoso como la acción de llevar a cabo amenazas, humillación u otro tipo de molestias realizadas por medio de tecnologías telemáticas de comunicación, es decir: Internet, correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales, telefonía móvil, etc.
Con esta definición de ciberacoso, dentro del contexto del mal uso de las nuevas tecnologías, nos encontramos con el fenómeno del ciberbullying.
El ciberbullying es el acoso entre iguales pero llevado a cabo mediante medios telemáticos como teléfonos móviles, internet, videojuegos, etc. En este caso, tanto la víctima como el acosador suelen ser personas de la misma o similar edad. El acoso suele venir asociado con insultos, amenazas, creación de perfiles en redes sociales suplantando la indentidad de la víctima, etiquetado de fotos con intenciones ofensivas, videos en los que se pueden ver vejaciones hacia otras personas, etc.
Por todo ello, la labor de los padres y educadores en esencial en la prevención de los riesgos. Es importante guiar a sus hijos/alumnos cuando empiezan a conocer internet. En muchas ocasiones son los padres quienes verdaderamente desconocen los riesgos reales a los que se están enfrentando sus hijos, cómo prevenirlos o conocer que se ha de hacer en caso de ser víctima de alguno de ellos.
Por tanto, el ciberbullying es un tipo de ciberacoso implicado en un contexto en el que solamente están implicados menores. Se refiere a “una conducta de acoso entre iguales en el entorno TIC, e incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños”. Supone el uso y difusión de información difamatoria en formato electrónico a través del correo electrónico, redes sociales, mensajería instantánea, dispositivos móviles, publicación de videos o fotografías en la red, etc.
La Guía legal sobre el ciberbullying y grooming, editada por el Observatorio de la Seguridad de la Información de INTECO, indica cuáles son las características del ciberbullying:
- Que la situación de acoso se dilate en el tiempo: excluyendo las acciones puntuales.
- Que la situación de acoso no cuente con elementos de índole sexual. En este caso ya se consideraría grooming.
- Que víctimas y acosadores sean de edades similares.
- Que el medio utilizado para llevar a cabo el acoso sea tecnológico: Internet y cualquiera de los servicios asociados a ésta: telefonía móvil, redes sociales, plataformas de difusión de contenidos”.
Los perfiles que participan en el ciberacoso, son, por lo general, los mismos que en el caso del acoso físico:
- El acosador: persona que normalmente tiene problemas como, por ejemplo, falta de autoestima, y que se siente bien manifestando su fuerza, su dictadura, su tiranía
- La víctima
- Los espectadores: los que ven la agresión desde fuera y que se pueden convertir en alentadores del hecho, o bien los sujetos pasivos, tratando de no implicarse en la acción y, por lo tanto, consintiéndola.
Y frente a todo esto, ¿Qué podemos hacer?
En este caso la prevención se convierte en un elemento esencial cuando hablamos del uso de tecnologías por menores.
Trabajo nada fácil, pues hemos de educar a los menores en dos ámbitos: el conductual y el tecnológico, uniendo en una labor conjunta a padres y educadores.
A nivel conductual es importante señalar:
- Niveles adecuados de comunicación intrafamiliar
- La falta de una concienciación adecuada a las familias.
- Educación en sensibilidad:
- Problemas éticos
Respecto a la educación en la tecnología, las líneas que destacan son:
- Educar en el funcionamiento «técnico»
- Limitar los horarios de uso para evitar ningún tipo de dependencia a las redes sociales y establecer un lugar de tránsito y uso común para ubicar el ordenador.
- Establecer un criterio de edades, tanto para la utilización de la tecnología como para el acceso a los contenidos.
- Educación familiar y escolar
- Concepto del delito: enseñándoles que las conductas que lleven a cabo en el uso de las nuevas tecnologías y de Internet también pueden tener consecuencias en el ámbito familiar (castigos), en el ámbito escolar (sanciones) o, ya en casos más graves, incluso penales (delitos).
¡Espero vuestros comentarios!