Quién no ha escuchado alguna vez decir a su hijo, nieto, sobrino… eso de “No se llora”, ¿Por qué nos empeñamos en reprimir las emociones de los más pequeños?
Podemos pensar aquello de “No se les puede consentir todo”, hasta aquí todos de acuerdo, pero también es necesario el apoyo emocional que deberíamos brindar a nuestros pequeños.
Como ya adelantaba Gardner, durante la segunda mitad de la época de los noventa, para él la inteligencia no es vista como algo unitario, que agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Una de las inteligencias que él propone es la Inteligencia Intrapersonal, es decir, el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre ciertas emociones y finalmente, ponerles un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta.
D.Goleman en el 96 popularizó la inteligencia emocional refiriéndose a ella como la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, regular nuestros propios estados de ánimo, perseverar en el desempeño a pesar de las posibles frustraciones, evitar que la angustia interfiera, controlar los impulsos y confiar en los demás. La propuesta que él hace es aprender a darnos cuenta de nuestras propias emociones, comprender las de los demás, tolerar las frustraciones y adoptar una actitud empática y social para lograr un mayor desarrollo personal.
Las emociones tienen un papel enriquecedor en nuestras vidas, nos ayudan a afrontar situaciones y nos dan mensajes, tienen una función adaptativa.
Muchas veces nos preguntamos si las emociones de los niños son comparables a la de los adultos, aun así en ocasiones no le prestamos demasiada atención o sin embargo las confundimos.
Por ejemplo, en determinadas ocasiones se podría confundir que un niño está enfadado cuando en realidad lo que está es triste. De ahí la importancia del tema que vamos a abordar.
Los adultos a veces no hablan de los temas dolorosos o conflictivos con los niños ya que suelen pensar que será más fácil para el niño o que este así olvide antes lo que ha sucedido, sin embargo tal acto constituye un error ya que simplemente hablar de lo que nos sucede tiene un efecto liberador.
Cuando esto ocurre los niños viven sus preocupaciones sin apoyo del adulto y tienen que enfrentarse a estas dificultades sin un apoyo emocional. Esto aumenta el malestar que de por sí ha provocado el evento doloroso. Por lo que es fundamental el apoyo emocional que hemos de proporcionar a los más pequeños.
La educación emocional es imprescindible para el desarrollo de los niños: conocer qué emociones existen, cómo reconocerlas, cómo expresarlas de manera adecuada y cómo podemos aceptarlas es una buena forma de iniciar a los pequeños en el aprendizaje de las emociones.
No introducir la educación emocional en el sistema educativo puede suponer un desarrollo inadecuado de los aspectos personal y social cuyas consecuencias negativas estamos viendo en la sociedad actual, donde en los últimos años han crecido de forma alarmante los comportamientos problemáticos relacionados con el “analfabetismo emocional” (estas personas que se muestran incapaces en el manejo de sus emociones y en el manejo de las emociones de otros, implica la imposibilidad de comprensión, de aceptar, explicar y cambiar las emociones), como depresiones, consumo de sustancias, violencia, etc.
Sin embargo en algunos colegios de España ( Educación Primaria en Canarias) se está impartiendo una asignatura llamada “Educación emocional y para la Creatividad” dónde se trabaja la empatía y otras emociones; el objetivo es que los alumnos de primaria aprendan a reconocer y expresar sus emociones, así como a regularlas, controlarlas y utilizarlas de manera productiva. Si le diésemos la importancia que merece empezaríamos a demandarlo para que se implementara en el currículo escolar.
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=5395&cat=49
Para terminar el Post de hoy me gustaría dejaros unas Claves que propone el Psicólogo Javier Urra para ayudar a los niños a manejar sus sentimientos
CLAVES PARA AYUDAR AL NIÑO A MANEJAR SUS SENTIMIENTOS.
La tristeza
- Se identifica por: No tener ganas de divertirse, de hablar; estar retraído; cansado; no tener apetito; aislamiento; pasividad;ganas de llorar.
- Causas: Pérdida de algo importante; desgracia; contrariedad; ausencia de expectativas.
- Para sentirse mejor: Abrazos y mimos de los padres o personas que le quieren; consolarle; hablar sobre lo que siente con un adulto, sentirse comprendido; recibir un buen consejo.
La confianza
- Se identifica por: Saber de su valor y capacidad para conseguir lo que se propone (objetivamente posible); anticipar el éxito en la tarea aunque necesite esforzarse para conseguirlo; es creer en uno mismo; fomenta la ilusión y el optimismo.
- Se tiene confianza cuando: Se superan obstáculos y dificultades; se es valorado positivamente por los demás; le salen bien las cosas; le demuestran tener confianza en él; es importante para las personas que le quieren; supera algún error cometido.
- Para fomentarla: Apoyo de padres/educador; transmitirle una imagen positiva y realista de él mismo; distinguir la voz amiga que aconseja de aquellas otras que buscan la mediocridad.
La valentía y la voluntad
- Ser valiente significa enfrentarse a las adversidades y miedos para conseguir los sueños o los logros.
- Tener voluntad significa no desistir en el empeño del objetivo a alcanzar. Luchar por ello. Encontrar esa cualidad que pueda realizar mejor y que le guste para trabajarla.
- Es aconsejable contar con un buen maestro consejero.
La vergüenza
- Se identifica: Ponerse rojo, agachar la cabeza; alejarse.
- Causas: Al hablar delante de la gente; algo le sale mal y es visto; es descubierto haciendo algo incorrecto; es sorprendido en una situación de intimidad; se ríen de él; es puesto en ridículo; tiene que hacer algo delante de mucha gente; es forzado a demostrar sus habilidades.
- Para sentirse mejor: Aprender a reírse de uno mismo; contar con amigos que le aceptan como es.
Javier Urra: Fortalece a tu hijo (Guía para afrontar las adversidades de la vida)
¡Espero vuestros comentarios!
Cuanto más abiertos estemos hacia nuestros propios
sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.
Daniel Goleman
Muy interesante comentario, me apunto el blog para revisarlo en un futuro.
Un saludo y buen trabajo, sigue asi